A la mayoría de
los que vivimos en el mundo de la escritura creativa nos ha ocurrido en muchas ocasiones que antes de sentarnos a
escribir, teníamos planeado copiar algo en concreto, pero cuando estábamos
frente a la hoja de Word una fuerza extraña nos envió por un camino totalmente
diferente al previsto. O producimos una creación
que ante nuestros ojos es muy simple, para darnos cuenta, cuando otros la
analizan, que tiene muchas conexiones lógicas complejas. En casi todos los
casos admitimos que ese nuevo rumbo o esos nuevos hallazgos son mucho mejor que
lo que teníamos en mente. Y no podemos escapar a la sensación de que alguien
más listo que nosotros nos condujo por esos nuevos rumbos. Ese personaje
invisible que a veces toma posesión de nuestras manos sobre el teclado, se
llama subconsciente y es uno de los mejores aliados de la creación literaria,
que tenemos que saber despertar a la vida, no por accidente, sino cada vez que
lo deseemos, si es que queremos ser
escritores de calidad.
Según
algunas teorías el consciente procesa dos mil byte de información por segundo,
mientras que el subconsciente unos cuatrocientos mil. La diferencia es
aplastante. Por ejemplo, en este momento que estamos sentados junto a la
pantalla del computador, el consciente se centra en descifrar las letras y
tratar de darles un sentido lógico, mientras el subconsciente procesa la
temperatura de la habitación ¿hace más calor o frío de lo habitual?, está
pendiente del sonido del grifo de la cocina, del suéter rojo que está en
nuestro campo de visión pero que no hemos notado, de controlar la respiración,
la atención, el equilibrio, y de un millón de datos que tardaríamos mucho
tiempo en escribir.
Imagino que ya
estas deseoso de saber cómo poner a trabajar este gran monstruo en tus
escritos: pues por ahora te enseñaré tres saludables hábitos, que si los incorporas
a tu vida diaria tenderán un puente entre tus dos mentes.
Lo primero que
debes hacer, como práctica recurrente, es hacerle preguntas a tus cincos
sentidos y tratar de escuchar la respuesta. Ojo, no te estoy pidiendo que te
dediques a hablar solo como si estuvieras deschavetado, las preguntas las
realizas mentalmente. Puedes usarlas en cualquier situación que se te
ocurra. En el metro, por dar un solo
ejemplo, te puedes preguntar a que huele el ambiente, cual es el sonido del motor, que sensación se siente al rosar con otras personas. Si le colocas suficiente empeño y
creatividad, y te haces estas preguntas
con frecuencia tu subconsciente te llevará por un mundo de sonidos, olores,
sensaciones y visiones que se verán reflejadas en cualquier cosa que escribas.
Lo segundo que es conveniente realizar es copiar en un diario. En otro post hablaré más afondo de este
tema que considero de vital importancia. Por ahora cómprate una buena libreta y
empieza a escribir sobre tu entorno cercano. Considera a tu diario como si le
estuvieras mandando cartas a una persona que no te conoce y cuéntale como es tu
familia, tus amigos, tu perro. Notarás como tu subconsciente empezará a
revelarte información sobre ti y sobre tu mundo que siempre ha estado guardada
esperando por ti.
Y lo tercero
que debes hacer es lo más importante de todo: Siéntate a escribir. De nada
sirve desarrollar tu subconsciente o cualquier otra técnica de la escritura creativa si no la aplicas,
por eso… Escribe… Escribe… Escribe.
Sería un
privilegio para mí si dejas tus comentarios y me cuentas como te va con tus
creaciones literarias.
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