martes, 11 de marzo de 2014

Plagia, Copia, Imita: es uno de esos consejos que siempre se escucha en el mundo de la escritura creativa. La pregunta clave es ¿Cómo se lleva a cabo un plagio con estilo? Sigue leyendo y te mostraré un simple método, la más sencilla de todos las técnicas de escritura, y quizá una de las más poderosas.
 
Empecemos por decir que nunca se copia contenido. Este consejo no apunta a que vayas al rincón polvoriento de tu biblioteca donde está el Quijote y empieces a trascribir sólo cambiando el nombre de Sancho panza por el de Pedro Pérez, y luego lo presentes como una creación propia. No. Cuando se habla de  plagiar, se refiera a la asimilación del estilo de un escritor.  Aquí empiezan a surgir los problemas, porque imitar el estilo de un genio literario, que lleva años perfeccionando su arte, no es un paseo por Walt Disney.

Claro, podemos estudiar como determinado autor describe ciertas escenas, como hace verosímil a sus personajes o como crea atmosferas vívidas. Pero eso no es lo mismo  que entrar en su mente  y entender cómo operan todas sus técnicas de escritura en conjunto… Pero no hay que preocuparse, de hecho no es necesario que tu mente consciente se pase el resto de la vida intentando descifrar las técnicas de escritura, en el próximo párrafo verás como con tan sólo un lápiz, una hoja y mucha constancia te conviertes en un excelente plagiador.

Primero se tiene que elegir a quién quieres imitar, obvio. Es recomendable que optes por un autor o autora del que te apasione su estilo de escritura, porque pasaran  juntos mucho tiempo. Si escribes prosa, conviene que escojas a un poeta o poetisa, y viceversa. Sería magnífico que la persona a plagiar publique en tu propio idioma, o que la traducción sea muy genuina, cosa que es difícil de determinar. Ahora, lo que tienes que hacer con regularidad, mejor si es de lunes a domingo, es leer en voz alta una línea del libro o poemario escogido y acto seguido copiar a mano lo que acabas de leer. Así de sencillo.

Este ejercicio sólo se requiere de mínimo quince minutos por sesión ¡Toda una maravilla!

Las primeras veces cuesta un poco memorizar una línea o un verso entero, pero con un poco de constancia se hace cada vez más fácil, y después de algunos meses puedes recordar sin problema  hasta 3 o 4 líneas,  aunque repito que sólo es necesario copiar una a la vez.

¿Por cuánto tiempo? Como siempre, depende hasta donde quieras llegar. En mi caso  llevo más de ocho meses copiando los poemas de Wislawa Szimborska, y aunque es impresionante el crecimiento que ha representado para mi estilo de escritura,  creo que todavía me queda como mínimo un año caminando junto a ella. Entre otras cosas, porque a medida que más plagio el estilo de esta gran poetisa, más conflictos tengo con sus dos traductores a español, que aunque tienen excelentes versiones, en muchos detalles considero que no capturan la esencia de lo que la autora quería reflejar. Por ello, para evitar estos conflictos de traducción,  es importante obedecer a la sugerencia de escoger un escritor más autóctono, que torpemente yo pasé por alto, aunque no me arrepiento.



Este es el plagio que de verdad funciona para mejorar tus técnicas de escritura creativa, porque opera a un nivel subconsciente: que es donde se forman las verdaderas habilidades creativas de un escritor.  De este tema del subconsciente en la escritura hablaremos en otro artículo, por ahora pregúntate ¿Cómo quién te gustaría escribir?   Me encantaría que me lo contaras en los comentarios.

Gracias por leer este post.    

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