Cuando recién
nos embarcamos en el mundo de la escritura creativa, escuchamos que todos los
escritores dan el mismo consejo: “Cambia las palabras que dicen por las
palabras que muestran”. Y tienen razón,
las palabras que muestran logran que el lector se enganche con nuestro escrito,
que es uno de los propósitos de le escritura creativa. Así que siempre que nos
presentamos ante la hoja en blanco, nos
devanamos los sesos intentando llevar a
cabo dicho consejo.
El asunto es que
nadie nos explica cómo realizar este proceso de la forma correcta. Porque hay
una manera incorrecta de hacerlo, y es
la que por regla general casi siempre aplicamos. No sé por qué nadie nos
explica que mientras estamos en la fase creativa no debemos preocuparnos por
encontrar palabras que muestran. Cuando realizamos nuestro primer borrador las
palabras que debemos utilizar son las que dicen, para que la historia que
queremos contar fluya con naturalidad.
Por ejemplo, si
vamos a narrar la historia de un cazador que está tras un siervo en medio del
bosque y, nos detenemos a mostrar todos
los detalles de cómo es el cazador en su físico, en su temperamento, en sus
emociones. Y si aparte nos esmeramos en describir la selva que lo rodea, los
sonidos, los olores y la atmósfera, lo más probable es que perdamos el hilo de
la narración y nos cueste llegar al final.
En resumen, la
forma en que se debe abordar el asunto de las palabras que dicen vs palabras
que muestran, es que; primero se tienen que utilizar las palabras que dicen para
darle mayor agilidad a la creación literaria, y luego en la re-escritura
cambiarlas por palabras que muestran.
En el mismo ejemplo, si
en principio decimos que el cazador era alegre, meticuloso y paciente (palabras
que dicen)-. Después las podemos cambiar por escenas donde se muestre un
cazador tarareando una canción de amor con una sonrisa en los labios (alegre).
Que se toma el trabajo de revisar una a una las siete trampas, que carga suficiente municiones de repuesto y que afila
el cuchillo siempre antes de salir (meticuloso). Y que, además, se tiende sobre
la hierba a esperar su presa, desde que
amanece hasta que el sol está en lo más alto (paciente).
Así pues, los dos tipos de palabras se tienen que
aprender a utilizar para no torpedear ninguna de las fases del proceso de la
creación literaria.
Como siempre te
agradezco por leerme. Si tienes algo que decir, comenta con toda confianza.
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