miércoles, 30 de abril de 2014

Maestros de Escritura Creativa #5.

En esta entrada el escritor invitado es una especie de capricho personal.  Aunque  hace bastante tiempo dejé de creer que tenga un libro o autor preferido (existen tantas obras hermosas que se hace casi imposible escoger), digamos que si unos extraterrestres me abducen a su planeta natal y me obligan a elegir un solo libro, aparte de la biblia que imagino que hasta los extraterrestres también leen, escogería Las Uvas de la Ira de John Steibeck, con el respeto del resto de libros a los que amo. 

Los consejos que nos encontraremos a continuación están más enfocados en la forma de abordar la escritura, y no se centran mucho en técnicas específicas.  Sólo son seis y algo cortos. Pero no hay que dejarnos llevar por la extensión, si analizamos cada uno de estos consejos con mucho detenimiento entenderemos que  tienen implícitas grandes verdades, que debemos de conocer los que día a día combatimos la hoja en blanco.  

Mejor leamos de una buena vez lo que dice el maestro:

Seis Maneras De Abordar La Escritura.

1.

Abandona la idea de que terminarás algún día. Pierde la cuenta de las 400 páginas y escribe una página diaria, eso ayuda. Después, cuando hayas terminado, siempre te sorprenderás.

2.

Escribe libremente y tan rápido como sea posible, echando todo el papel. No corrijas o reescribas hasta que hayas escrito todo el libro. Las correcciones hechas durante el principio de la creación son, por lo general, excusas para no seguir adelante. Además, influyen en el flujo y el ritmo, que solo pueden ser fruto de una especie de asociación inconsciente con el tema.

3.

Olvida a tu auditorio general. Primero, ese auditorio anónimo y sin rostro te atemorizará terriblemente y, segundo, a diferencia del teatro, ese auditorio no existe. Al escribir, tu auditorio es un lector único; he descubierto que a veces resulta útil escoger a una persona: una persona real a la que conoces o una persona imaginaria y escribir dirigiéndose a ella.

4.

Si una escena o parte te parece difícil y aun así piensas que la quieres incluir, déjala y continúa. Cuando termines de escribir la totalidad podrás regresar y quizá encuentres que había presentado tantas dificultades porque no se encontraba en su lugar.

5.

Desconfía de una escena que te guste demasiado, más que las otras. Por lo general resulta ser una imposición.

6.

Si escribes diálogos, repítelos en voz alta a medida que los vayas escribiendo. Sólo entonces obtendrás el sonido del diálogo.

Que sencillos parecen estos consejos, pero que tan llenos de vida están.  Definitivamente no tenemos escusas para no sentarnos a escribir, aunque sea como dice el punto uno, una página por día.

No siendo más te agradezco por leer esta entrada hasta el final.

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