Lo mejor sería practicar la escritura creativa en una playa desierta, con el mar como música de fondo. Sin nadie queriendo saber nuestra opinión sobre lo lluvioso que está el día. Sin el volumen del televisor que trasmite por enésima vez esa película que tanto nos gusta. Sin lo tentador del correo o del Facebook que a cada minuto parece tener mejores chismes. Lo ideal sería la soledad total. Pero qué difícil es lograrla en estos días.
A continuación te mostraré
algunos aspectos que si controlas,
podrás crear un espacio que permita el desarrollo de la escritura creativa con
total tranquilidad.
1.
Despejar el ambiente de aparatos
tecnológicos.
Lo primero que se tiene que hacer
es desconectar internet. No importa si mientras escribimos surgen interrogantes
que sólo puede resolver la red, si no es de vida o muerte se anota aparte lo
que deseamos consultar y después de
escribir se busca la respuesta.
Igual que el internet la
televisión es muy perjudicial para la escritura creativa. Antes de sentarnos a
escribir, no deberíamos consultar programas que esté presentando la tele. Nada
de noticias, nada de deportes, ni siquiera el boletín del consumidor.
En cuanto a la música, es posible
escribir con ella de fondo. Siempre y cuando no despierte muchos sentimientos
en nosotros. Además deben ser canciones tan repetidas a nuestros oídos, que
representen una especie de silencio. Si es música instrumental mejor que
mejor.
Si recibimos muchas llamadas a
nuestro teléfono móvil, conviene
apagarlo.
2.
Despejar el ambiente de personas.
Las personas que viven con
nosotros deberían saber que estamos dedicados a la escritura creativa.
Tendremos que llegar al acuerdo que mientras estemos escribiendo no estamos en
disposición de atender a nadie. Después estaremos disponibles para lo que
quieran.
Parte del éxito de una persona en
cualquier ámbito de la vida, se fundamenta en la comprensión y respeto que
reciba por parte de su familia. Si no se logra un acuerdo con ellos, así sea
implícito, no se llegará muy lejos.
3.
Limpiar el sitio de trabajo.
El orden trae consigo una especie de tranquilidad, que
ayuda mucho a la hora de escribir. Intenta trabajar en un escritorio que no
tenga ni una mota de polvo, que los libros estén ordenados, que no haya resto
de pizza o regueros de café. Y si la ventana está abierta y el aire puro
entra en toda la habitación qué más le
podemos pedir a la vida.
4.
No dejar nada pendiente por
hacer.
Cuando nos sentamos a escribir la
idea es no levantarnos hasta que terminemos la sesión, así que debemos intentar
no dejar pendientes por realizar mientras escribimos. Por ejemplo es mala idea
montar la comida y escribir al mismo tiempo: o se nos quema la comida o se nos
queman las ideas. Si tenemos hambre, o queremos una bebida (no alcohólica)
mientras escribimos, lo mejor sería comer antes, o tener comida y bebida al
alcance de la mano.
Si no podemos tener todas estas
condiciones a nuestro favor, no son pretextos para dejar de escribir. Siempre
hay una solución para cada inconveniente. En último término podremos adaptarnos
a nuestras limitantes o bien encontrar una biblioteca una cafetería que nos sea
favorable.
Me gustaría que me dijeras como es tu lugar de
trabajo y qué haces para despejarlo.
Gracias por leerme hasta el
final.
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