lunes, 31 de marzo de 2014



Lo mejor sería practicar la escritura creativa en una playa desierta, con el mar como música de fondo. Sin nadie queriendo saber nuestra opinión sobre lo lluvioso que está el día. Sin el volumen del televisor que trasmite por enésima vez esa película que tanto nos gusta. Sin lo tentador del correo o del Facebook que a cada minuto parece tener mejores chismes. Lo ideal sería la soledad total. Pero qué difícil es lograrla en estos días. 

A continuación te mostraré algunos aspectos que  si controlas, podrás crear un espacio que permita el desarrollo de la escritura creativa con total tranquilidad.

1.
Despejar el ambiente de aparatos tecnológicos.


Lo primero que se tiene que hacer es desconectar internet. No importa si mientras escribimos surgen interrogantes que sólo puede resolver la red, si no es de vida o muerte se anota aparte lo que deseamos consultar y  después de escribir se busca la respuesta.

Igual que el internet la televisión es muy perjudicial para la escritura creativa. Antes de sentarnos a escribir, no deberíamos consultar programas que esté presentando la tele. Nada de noticias, nada de deportes, ni siquiera el boletín del consumidor. 

En cuanto a la música, es posible escribir con ella de fondo. Siempre y cuando no despierte muchos sentimientos en nosotros. Además deben ser canciones tan repetidas a nuestros oídos, que representen una especie de silencio. Si es música instrumental mejor que mejor. 

Si recibimos muchas llamadas a nuestro teléfono móvil,  conviene apagarlo. 

2.
Despejar el ambiente de personas.


Las personas que viven con nosotros deberían saber que estamos dedicados a la escritura creativa. Tendremos que llegar al acuerdo que mientras estemos escribiendo no estamos en disposición de atender a nadie. Después estaremos disponibles para lo que quieran.

Parte del éxito de una persona en cualquier ámbito de la vida, se fundamenta en la comprensión y respeto que reciba por parte de su familia. Si no se logra un acuerdo con ellos, así sea implícito, no se llegará muy lejos.

3.
Limpiar el sitio de trabajo.


El orden trae consigo una especie de tranquilidad, que ayuda mucho a la hora de escribir. Intenta trabajar en un escritorio que no tenga ni una mota de polvo, que los libros estén ordenados, que no haya resto de pizza o regueros de café. Y si la ventana está abierta y el aire puro entra  en toda la habitación qué más le podemos pedir a la vida. 


4.
No dejar nada pendiente por hacer. 


Cuando nos sentamos a escribir la idea es no levantarnos hasta que terminemos la sesión, así que debemos intentar no dejar pendientes por realizar mientras escribimos. Por ejemplo es mala idea montar la comida y escribir al mismo tiempo: o se nos quema la comida o se nos queman las ideas. Si tenemos hambre, o queremos una bebida (no alcohólica) mientras escribimos, lo mejor sería comer antes, o tener comida y bebida al alcance de la mano.

Si no podemos tener todas estas condiciones a nuestro favor, no son pretextos para dejar de escribir. Siempre hay una solución para cada inconveniente. En último término podremos adaptarnos a nuestras limitantes o bien encontrar una biblioteca una cafetería que nos sea favorable.

 Me gustaría que me dijeras como es tu lugar de trabajo y qué haces para despejarlo.


Gracias por leerme hasta el final.

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