Gran Secreto Para Dedicarse de lleno a la escritura creativa.
Nuestro gran sueño es el de ser
grandes escritores. Y como no, si desde niños siempre nos ha apasionado la
literatura. Cuando leemos las grandes aventuras que otros escriben, nos
llenamos de admiración, pero también de cierta envidia por no ser nosotros los
creadores de esos personajes tan maravillosos. En las noches nos imaginamos
historias que si tradujéramos al papel, de seguro llegarían al corazón de
muchísimas personas. Vemos en la personalidad de familiares, amigos y
desconocidos el potencial para de ellos copiar al protagonista de una gran
aventura escrita. Cada lugar que conocemos lo visualizamos como escenario
perfecto para depositar una gran historia épica. Y suspiramos ante el olor a
eternidad que una hoja de papel puede hacer con nuestro nombre.
No obstante siempre existen mil
contratiempos que nos impiden dedicarnos
de lleno a la escritura creativa: Que trabajar para intentar sobrevivir con
dignidad, que sacar tiempo para la familia, que aprender a bailar para
conseguir y sostener el amor, qué los amigos, que descansar de una vida tan
agitada, que la necesaria diversión, que estudiar para hacernos un rincón en el
mundo… Y el tiempo pasa y nuestro gran sueño cada vez se hace más lejano.
Creemos que ser un escritor
profesional es un privilegio de unas cuantas personas, que aparte de tener
mucho más talento que nosotros, disponen del tiempo y de los recursos para
dedicar cada segundo de su vida a este oficio. Si bien es cierto que muchas
personas sólo viven para escribir, la realidad del escritor moderno es que
aparte de dedicarse a la vida literaria también tiene que afrontar los mismos
conflictos de tiempo, de dinero y relaciones que tú y yo tenemos. Entonces ¿Cómo hacen para tener tiempo y
energía en la creación de sus obras de arte?
Todos sabemos la respuesta,
porque la hemos escuchado un universo de veces: trabajo duro, compromiso,
dedicación, paciencia, humildad, confianza, pasión, anhelo, perseverancia. Y la
lista puede seguir hasta el infinito. No obstante, siempre he sostenido que la clave
para ser artista, radica en encontrar un MÉTODO PERSONAL que ayude en la
agrupación de estas cualidades, sin descuidar el resto de la vida.
Tiene que ser un MÉTODO PERSONAL,
que se adapte a nuestro estilo de vida. Porque por más efectiva que sea una
metodología, puede no ser compatible con nuestra personalidad. Por ello te
presentaré el sencillo método que yo
utilizo. El cual me ayuda a pegar el trasero en la silla, y de ahí no
levantarme hasta que la hoja esté repleta de letras. Luego, si crees que puedes
imitarlo te invito a que lo hagas. Si no, busca otro método o invéntate uno,
pero no existen excusas válidas para no
dedicarte a la pasión de la escritura creativa.
El método que utilizo lo denomino
el contrato. Como su nombre lo indica realizo un contrato conmigo mismo, en una
hoja de papel. Consta de tres puntos y al final la firma, por
supuesto.
1.
En la primera parte establezco el
número de palabras que debo escribir en un tiempo determinado. Por ejemplo 1000 palabras en una semana, es decir
alrededor de 150 palabras por día, en este punto no importa la calidad de lo
escrito, solo la cantidad.
Al principio realizaba el
contrato en periodos muy cortos con pocas palabras: 4 días para 500 palabras
o 6 días para 1.000 palabras. Siempre que terminaba el contrato esperaba de
tres a siete días, a veces más, para
renovarlo (eso no quería decir que en ese periodo de "descanso" no
escribiera). Después lo empecé a implementar por dos y tres semanas. Ahora lo
renuevo cada tres meses.
2.
En la segunda parte del contrato
realizo una lista de máximo 10 circunstancias o excusas por las cuales suelo
aplazar la escritura. Y me comprometo a que si ocurre una de ellas, de igual
forma cumpliré con el contrato. Pueden
sonar tontas o traumáticas pero las anoto y las leo de vez en cuando. Apunto
excusas tales como: estoy muy cansado,
mañana tendré más tiempo, no estoy inspirado, no tengo ideas, hoy mejor
leo, veo televisión, salgo al parque, me reúno con mis amigos o navego por
internet…
3.
La última es una especie de
cláusula de seguridad en la que me comprometo tener siempre un diario a la
mano, en el que registraré como me fue con el contrato.
Este último punto es muy importante y no se debe descuidar, porque en
caso de no cumplir la meta esta es la oportunidad final de salvar por lo menos
el honor. Digamos que no cumplimos la meta de 2.000 en 5 días, porque conocimos
el amor de nuestra vida y toda la semana estuvimos en plan de conquista. Al
final cuando revisemos el contrato anotaremos por qué no cumplimos, y lo más
importante anotaremos que debimos haber hecho. Por ejemplo esta semana debía
haber hecho la descripción de la escena del cuento x, que se trataba de… y aquí
puedes poner una sola palabra o empezar con la descripción que quedó pendiente.
Recuerdo que una de las tres
veces que incumplí, a la hora de realizar este último punto terminé escribiendo
más palabras de las que tenía presupuestadas.
Este método lo desarrollé en el
momento que me embarqué en la creación de mi primer novela, creo que si no lo
hubiera utilizado jamás terminaría. Porque aunque estaba muy entusiasmado con
la historia, la mayoría del tiempo buscaba pretextos para aplazar.
Si vez que el método es
compatible con tu estilo de vida y de escritura no dudes en utilizarlo, o bien
adaptarlo como mejor te convenga.
Espero que este método pueda ayudarte a la hora de escribir.
Gracias por leerme.
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