domingo, 30 de marzo de 2014

Gran Secreto Para Dedicarse de lleno a la escritura creativa.


Nuestro gran sueño es el de ser grandes escritores. Y como no, si desde niños siempre nos ha apasionado la literatura. Cuando leemos las grandes aventuras que otros escriben, nos llenamos de admiración, pero también de cierta envidia por no ser nosotros los creadores de esos personajes tan maravillosos. En las noches nos imaginamos historias que si tradujéramos al papel, de seguro llegarían al corazón de muchísimas personas. Vemos en la personalidad de familiares, amigos y desconocidos el potencial para de ellos copiar al protagonista de una gran aventura escrita. Cada lugar que conocemos lo visualizamos como escenario perfecto para depositar una gran historia épica. Y suspiramos ante el olor a eternidad que una hoja de papel puede hacer con nuestro nombre.   

No obstante siempre existen mil contratiempos que nos impiden  dedicarnos de lleno a la escritura creativa: Que trabajar para intentar sobrevivir con dignidad, que sacar tiempo para la familia, que aprender a bailar para conseguir y sostener el amor, qué los amigos, que descansar de una vida tan agitada, que la necesaria diversión, que estudiar para hacernos un rincón en el mundo… Y el tiempo pasa y nuestro gran sueño cada vez se hace más lejano.

Creemos que ser un escritor profesional es un privilegio de unas cuantas personas, que aparte de tener mucho más talento que nosotros, disponen del tiempo y de los recursos para dedicar cada segundo de su vida a este oficio. Si bien es cierto que muchas personas sólo viven para escribir, la realidad del escritor moderno es que aparte de dedicarse a la vida literaria también tiene que afrontar los mismos conflictos de tiempo, de dinero y relaciones que tú y yo tenemos.   Entonces ¿Cómo hacen para tener tiempo y energía en la creación de sus obras de arte?

Todos sabemos la respuesta, porque la hemos escuchado un universo de veces: trabajo duro, compromiso, dedicación, paciencia, humildad, confianza, pasión, anhelo, perseverancia. Y la lista puede seguir hasta el infinito. No obstante, siempre he sostenido que la clave para ser artista, radica en encontrar un MÉTODO PERSONAL que ayude en la agrupación de estas cualidades, sin descuidar el resto de la vida.

Tiene que ser un MÉTODO PERSONAL, que se adapte a nuestro estilo de vida. Porque por más efectiva que sea una metodología, puede no ser compatible con nuestra personalidad. Por ello te presentaré el  sencillo método que yo utilizo. El cual me ayuda a pegar el trasero en la silla, y de ahí no levantarme hasta que la hoja esté repleta de letras. Luego, si crees que puedes imitarlo te invito a que lo hagas. Si no, busca otro método o invéntate uno, pero no existen excusas válidas  para no dedicarte a la pasión de la escritura creativa.

El método que utilizo lo denomino el contrato. Como su nombre lo indica realizo un contrato conmigo mismo, en una hoja de papel.  Consta  de tres puntos y al final la firma, por supuesto.

1.

En la primera parte establezco el número de palabras que debo escribir en un tiempo determinado.  Por ejemplo 1000 palabras en una semana, es decir alrededor de 150 palabras por día, en este punto no importa la calidad de lo escrito, solo la cantidad.
Al principio realizaba el contrato en periodos muy cortos con pocas palabras: 4 días para 500 palabras o  6 días para 1.000 palabras.  Siempre que terminaba el contrato esperaba de tres a siete días, a veces más,  para renovarlo (eso no quería decir que en ese periodo de "descanso" no escribiera). Después lo empecé a implementar por dos y tres semanas. Ahora lo renuevo cada tres meses.    

2.

En la segunda parte del contrato realizo una lista de máximo 10 circunstancias o excusas por las cuales suelo aplazar la escritura. Y me comprometo a que si ocurre una de ellas, de igual forma cumpliré con el contrato.  Pueden sonar tontas o traumáticas pero las anoto y las leo de vez en cuando. Apunto excusas tales como: estoy muy cansado,  mañana tendré más tiempo, no estoy inspirado, no tengo ideas, hoy mejor leo, veo televisión, salgo al parque, me reúno con mis amigos o navego por internet…

3.

La última es una especie de cláusula de seguridad en la que me comprometo tener siempre un diario a la mano, en el que registraré como me fue con el contrato.  
Este último punto es muy  importante y no se debe descuidar, porque en caso de no cumplir la meta esta es la oportunidad final de salvar por lo menos el honor. Digamos que no cumplimos la meta de 2.000 en 5 días, porque conocimos el amor de nuestra vida y toda la semana estuvimos en plan de conquista. Al final cuando revisemos el contrato anotaremos por qué no cumplimos, y lo más importante anotaremos que debimos haber hecho. Por ejemplo esta semana debía haber hecho la descripción de la escena del cuento x, que se trataba de… y aquí puedes poner una sola palabra o empezar con la descripción que quedó pendiente.
Recuerdo que una de las tres veces que incumplí, a la hora de realizar este último punto terminé escribiendo más palabras de las que tenía presupuestadas. 

Este método lo desarrollé en el momento que me embarqué en la creación de mi primer novela, creo que si no lo hubiera utilizado jamás terminaría. Porque aunque estaba muy entusiasmado con la historia, la mayoría del tiempo buscaba pretextos para aplazar.
Si vez que el método es compatible con tu estilo de vida y de escritura no dudes en utilizarlo, o bien adaptarlo como mejor te convenga.

Espero que este método pueda ayudarte a la hora de escribir.


Gracias por leerme.

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