Lenguaje Corporal.

No sé el lenguaje corporal
abarque un porcentaje tan enorme en la vida real (si los expertos lo dicen por
algo será), Lo que sí sé, es que en la escritura creativa el entender el correcto
manejo de la gestualidad, puede marcar la diferencia entre crear personajes de
papel y diseñar personajes que tomen vida en la imaginación del lector.
Este fenómeno se justifica por
una razón muy simple: en la mente de los que leen es más fácil imaginar un
gesto que una palabra abstracta. Para mejor ilustración miremos este pequeño
ejemplo de una persona enojada.
1. Estoy
enojado- pensó Camilo.
2. Camilo
Cruzó las manos mientras escuchaba a su interlocutor.
3. Camilo di un golpe en el escritorio con la
mano cerrada.
En el ejemplo 1 aunque nos dicen que el personaje está
enojado, nos cuesta imaginar esa emoción. En el ejemplo 2 aunque no nos dicen
sobre la emoción del personaje, por intuición social sabemos que el cruzar las manos es señal defensiva
producida por el enojo o la desconfianza. En el ejemplo 3 se ve con claridad la furia de
nuestro personaje.
En el ejemplo 2 y 3 el poder de
implementar el lenguaje corporal se hace evidente, en comparación con la falta
de acción del ejemplo 1.
En la implementación de este
secreto, lo primero que debemos tener presente es que la gestualidad debe de
estar respalda con el contexto y la atmósfera de lo que se está narrando. En nuestro
ejemplo dos, el personaje cruzaba la manos mientras escuchaba a otra persona, pero
la significación en la mente del lector sólo tiene significación si la conversación
versa sobre un asunto que ofende al personaje: contexto.
Entonces ¿¿¿nos tenemos que estudiar
un doctorado en el lenguaje corporal???
De ninguna manera. De aquí a que
terminemos de estudiar, analizar y vivenciar todo lo que se ha escrito sobre
este tema, moriremos viejos y arrugados. Así que para abordar el tema del
lenguaje corporal los escritores nos debemos de valer de la intuición: Pura y exquisita
intuición social.
Casi todos tenemos la facultad de
intuir los estados de ánimo y las intenciones de otros por su lenguaje
corporal. Esta habilidad la empezamos a desarrollar desde el mismo momento que
nacemos y la perfeccionamos a medida que interactuamos con nuestro entorno. Claro que para llevar al papel es necesario
ser más consciente de ella, observar con detenimiento y escribir, siempre la
clave es escribir.
Gracias por leer hasta el final.
Otros secretos de escritura AQUÍ.
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