miércoles, 7 de mayo de 2014

Consejos de Escritura Creativa Para Principiantes #2.


No importa cuanta edad tengamos, 15 o 50 años, en el momento que decidimos que vamos a combatir la hoja en blanco, de seguro nos haremos aquella pregunta, sí, esa misma… ¿¿¿Será que mis vivencias son suficientes para darle vida a las historias que llegan a mi mente??? Seguida de la otra ¿¿¿Tendré que estudiar mucho para elaborar mi primera historia??? Aunque surge un millón de preguntas más, en esta entrada nos centraremos en resolver estas dos, que son de las que más incertidumbre nos generan.

Es lógico que surjan  estas dudas, porque las historias que otros escriben parecen tan llenas de vivencias que creemos que se necesitarían dos o más vidas para tener tanto sentido de la existencia.

Detengámonos un momento y pensemos ¿¿¿Qué queremos escribir, narraciones o biografías???

Es necesario tener claro, cuando se entra en escritura creativa, diferenciar entre literatura y realidad. Por más que nos basemos en hechos de la vida real, las historias que se escriben solo logran plasmar una pequeña parte del gran entramado de  la realidad.

¿¿¿Y eso que significa???  Sencillo, que con toda la realidad que hemos vivido  podemos escribir  mil libros como mínimo, y eso sólo utilizando los recuerdos que son una pequeña parte de la imaginación.

Para ejemplificar, digamos que somos unos adolescentes de 16 años de edad, a los cuales nunca se nos ha muerto nadie cercano, que no conocemos el amor sentimental, que no tenemos un gran talento, ni un gran defecto, ni vivimos en un vecindario marcado por la violencia; que vivimos una vida  parecida a la neutralidad… y para hacerlo un poquito cruel digamos que habitamos en una vereda alejada de la civilización y la tecnología.

Pues en esas condiciones u otras más simples, si sabemos leer y escribir, y tenemos hojas en blanco y tinta; poseemos todas las herramientas necesarias para ser escritores o escritoras que trasmitan vida.

No es necesario ningún estudio especializado, ni leer ningún tratado de mil páginas, ni tener una vida marcada por el sufrimiento, la gloria, o la aventura.  No se necesita ser un especialista en ningún tema, ni venir de una familia de “letras”, ni nacer en solsticio de verano. Y por supuesto no es necesario tener cien años de vivencias para tener mucho de que escribir.

Con sólo los recuerdos, anhelos, sueños e inventos de la niñez tendríamos material para toda la eternidad.

No digo que para ser un escritor profesional no se requiera de ciertos requisitos, que comienzan por dedicar tiempo, pero para empezar en el camino de la escritura creativa no se requiere más que sentarse frente a la hoja en blanco.


Te agradezco que hayas leído hasta el final.    

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