Una de las mayores causas del
abandono o retraso de nuestro proyecto de ser escritores, es la disminución o
ausencia total de motivación para sentarnos a escribir la novela, los cuentos o
los poemas que tenemos en la cabeza.
Al tratarse de un proyecto
personal, parece contradictorio que perdamos la motivación para trabajar en una
idea gestada por nosotros mismos, libre de imposiciones y que podemos
desarrollar a nuestro antojo. No obstante, es esa libertad la que puede
conducirnos a dejar de lado nuestro proyecto, puesto que requiere más
compromiso, disciplina, esfuerzo, planificación y estudio.
Sentarse a escribir día tras día,
es una tarea exigente, que sin el impulso y la dirección adecuada, pueden
terminar en frustración total. Por eso a continuación veremos algunas ideas
para mantener la motivación y terminar todas nuestras historias.
1. Planificar.
Al plantearnos escribir el tiempo
se puede tornar en nuestro peor enemigo. A medida que pasan los días y no vemos
culminadas nuestras historias, surge la ansiedad, la impaciencia y la
desmotivación. Tener un plan de trabajo bien definido y estructurado, antes de
escribir la primera palabra, garantiza un avance más rápido, seguro y preciso,
sin pérdidas de tiempo en aspectos innecesarios. De allí la importancia de
crear mapas de lo que pretendemos escribir, donde se definan los conflictos
principales, los personajes, el comienzo, el final y los detalles que creamos
necesarios.
2. Objetivos cuantificables.
Marcarse retos es una forma que
puede ayudar con nuestra motivación. Podemos plantearnos escribir un número de
palabras por día. Por ejemplo, el escritor Stephen King, se pone como meta
escribir diez páginas por día, algo así como dos mil palabras. Claro, el número
de palabras depende de la disposición horaria que tenga cada persona y de la
experiencia, lo concreto es que marcarse retos diarios, así sean pequeños,
siempre es una buena idea, ya que en el largo plazo se verán los resultados.
3. Estudio constante.
Aunque quizás el mejor camino
para aprender a escribir es escribiendo, estudiar los consejos de escritura de
otros escritores con más experiencia nos puede servir como motor para no
detenernos. Investigar y adquirir nuevos
conocimientos sobre cómo crear personajes, escenas, tramas, diálogos, etcétera,
generará una actitud positiva hacia el proyecto de escritura que tenemos por
delante, aumentando nuestra concentración e interés por el mismo. También,
facilitará la superación de obstáculos, al mismo tiempo que promoverá nuevas
ideas.
4. Alejarse de las distracciones.
En las horas de escritura debemos
alejarnos de distracciones como redes sociales, video juegos, navegar sin rumbo
en internet, entre otras, Tratando de mantener la concentración en lo que estamos
escribiendo. Hay que recordar, que mientras más tiempo pasemos sin culminar
nuestro proyecto de escritura, más propensos seremos a desmotivarnos. Es
importante ser responsables con el tiempo de trabajo, para así poder cumplir
los plazos estipulados en la planeación.
5. Comprometerse a ser escritor.
La motivación es una compañera
traicionera. Un día nos acompaña para hacernos escribir cientos de palabras,
pero a la mañana siguiente puede que haya tomado su equipaje, para dejarnos
solos con nuestros sueños de escritura. Por eso, no tenemos que esperar a la
motivación para sentarnos frente a la hoja en blanco. Lo mejor que un escritor
puede hacer al respecto, es comprometerse a escribir, sin importar si se siente
inspirado o no.
Una buena técnica para escribir
en esos momentos cuando no se tienen deseos, es la famosa y siempre efectiva
técnica de los 5 segundos. Que consiste en contar de cinco hasta uno y luego
sin pensar en nada más llegar hasta nuestro lugar de escritura, y escribir lo
que tengamos planeado.
6. Crear un lugar de escritura.
Un lugar de escritura es un
espacio diseñado para estar alejado del resto del mundo mientras se escribe.
Para ello debemos crear un espacio que sea personal, limpio y funcional. En el
deben de estar a disposición las herramientas que requerimos para escribir;
nuestros apuntes, hojas en blanco, lapiceros, computador. Así como accesorios
personales que necesitemos para ser más productivos; como lo son nuestra música preferida, un termo lleno de
café caliente listo para darnos energía, o lo que sea, de tal manera que no
tengamos que levantarnos para nada.
7. Premiar los resultados.
Por cada meta cumplida deberíamos
proporcionarnos una pequeña recompensa. Algo así como una barra de chocolate
por cada 1.000 palabras escritas, o por cada capítulo o cuento terminado. El
premio debe ser una cosa que nos guste, pero que por lo general casi nunca nos
regalamos. Otras ideas de regalos son. tomar un fin de semana para jugar con
nuestros amigos, organizar alguna salida, ir a ver una película que nos guste,
añadir 20 minutos a nuestro espacio de lectura o, simplemente descansar. Estas
recompensas mantendrán nuestro interés en el proyecto de escritura porque nos
harán sentir satisfechos.
Si tomamos estos consejos con la
seriedad y compromiso que se merecen, nos podremos mantener motivados a lo
largo de nuestros proyectos, creando hábitos de escritura saludables, que con
el paso del tiempo se harán cada vez más fuertes. Recordemos, que al final, el
talento siempre encuentra al que escribe con perseverancia.
Muchas gracias y hasta la
próxima.
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