jueves, 31 de mayo de 2018




Una de las mayores causas del abandono o retraso de nuestro proyecto de ser escritores, es la disminución o ausencia total de motivación para sentarnos a escribir la novela, los cuentos o los poemas que tenemos en la cabeza.
Al tratarse de un proyecto personal, parece contradictorio que perdamos la motivación para trabajar en una idea gestada por nosotros mismos, libre de imposiciones y que podemos desarrollar a nuestro antojo. No obstante, es esa libertad la que puede conducirnos a dejar de lado nuestro proyecto, puesto que requiere más compromiso, disciplina, esfuerzo, planificación y estudio.
Sentarse a escribir día tras día, es una tarea exigente, que sin el impulso y la dirección adecuada, pueden terminar en frustración total. Por eso a continuación veremos algunas ideas para mantener la motivación y terminar todas nuestras historias.


1. Planificar.

Al plantearnos escribir el tiempo se puede tornar en nuestro peor enemigo. A medida que pasan los días y no vemos culminadas nuestras historias, surge la ansiedad, la impaciencia y la desmotivación. Tener un plan de trabajo bien definido y estructurado, antes de escribir la primera palabra, garantiza un avance más rápido, seguro y preciso, sin pérdidas de tiempo en aspectos innecesarios. De allí la importancia de crear mapas de lo que pretendemos escribir, donde se definan los conflictos principales, los personajes, el comienzo, el final y los detalles que creamos necesarios.


2. Objetivos cuantificables.

Marcarse retos es una forma que puede ayudar con nuestra motivación. Podemos plantearnos escribir un número de palabras por día. Por ejemplo, el escritor Stephen King, se pone como meta escribir diez páginas por día, algo así como dos mil palabras. Claro, el número de palabras depende de la disposición horaria que tenga cada persona y de la experiencia, lo concreto es que marcarse retos diarios, así sean pequeños, siempre es una buena idea, ya que en el largo plazo se verán los resultados.

3. Estudio constante.

Aunque quizás el mejor camino para aprender a escribir es escribiendo, estudiar los consejos de escritura de otros escritores con más experiencia nos puede servir como motor para no detenernos.  Investigar y adquirir nuevos conocimientos sobre cómo crear personajes, escenas, tramas, diálogos, etcétera, generará una actitud positiva hacia el proyecto de escritura que tenemos por delante, aumentando nuestra concentración e interés por el mismo. También, facilitará la superación de obstáculos, al mismo tiempo que promoverá nuevas ideas.




4. Alejarse de las distracciones.

En las horas de escritura debemos alejarnos de distracciones como redes sociales, video juegos, navegar sin rumbo en internet, entre otras, Tratando de mantener la concentración en lo que estamos escribiendo. Hay que recordar, que mientras más tiempo pasemos sin culminar nuestro proyecto de escritura, más propensos seremos a desmotivarnos. Es importante ser responsables con el tiempo de trabajo, para así poder cumplir los plazos estipulados en la planeación.


5. Comprometerse a ser escritor.

La motivación es una compañera traicionera. Un día nos acompaña para hacernos escribir cientos de palabras, pero a la mañana siguiente puede que haya tomado su equipaje, para dejarnos solos con nuestros sueños de escritura. Por eso, no tenemos que esperar a la motivación para sentarnos frente a la hoja en blanco. Lo mejor que un escritor puede hacer al respecto, es comprometerse a escribir, sin importar si se siente inspirado o no. 
Una buena técnica para escribir en esos momentos cuando no se tienen deseos, es la famosa y siempre efectiva técnica de los 5 segundos. Que consiste en contar de cinco hasta uno y luego sin pensar en nada más llegar hasta nuestro lugar de escritura, y escribir lo que tengamos planeado.


6. Crear un lugar de escritura.

Un lugar de escritura es un espacio diseñado para estar alejado del resto del mundo mientras se escribe. Para ello debemos crear un espacio que sea personal, limpio y funcional. En el deben de estar a disposición las herramientas que requerimos para escribir; nuestros apuntes, hojas en blanco, lapiceros, computador. Así como accesorios personales que necesitemos para ser más productivos; como lo son  nuestra música preferida, un termo lleno de café caliente listo para darnos energía, o lo que sea, de tal manera que no tengamos que levantarnos para nada.


7. Premiar los resultados.

Por cada meta cumplida deberíamos proporcionarnos una pequeña recompensa. Algo así como una barra de chocolate por cada 1.000 palabras escritas, o por cada capítulo o cuento terminado. El premio debe ser una cosa que nos guste, pero que por lo general casi nunca nos regalamos. Otras ideas de regalos son. tomar un fin de semana para jugar con nuestros amigos, organizar alguna salida, ir a ver una película que nos guste, añadir 20 minutos a nuestro espacio de lectura o, simplemente descansar. Estas recompensas mantendrán nuestro interés en el proyecto de escritura porque nos harán sentir satisfechos.


Si tomamos estos consejos con la seriedad y compromiso que se merecen, nos podremos mantener motivados a lo largo de nuestros proyectos, creando hábitos de escritura saludables, que con el paso del tiempo se harán cada vez más fuertes. Recordemos, que al final, el talento siempre encuentra al que escribe con perseverancia. 

Muchas gracias y hasta la próxima.



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