El Arte De Borrar.
En el secreto de escritura #5 se
tocó el tema de la prolijidad y en el
secreto #6 hablamos sobre la clave para
la creación de atmósferas, ambos temas
coinciden en que tenemos que utilizar muchas palabras, demasiadas palabras. Y
eso se convierte en una especie de problema.
Si al principio la dificultad era
que no teníamos palabras para contar las historias que se peleaban en el
interior de nuestra cabeza, ahora, que
dominamos los secretos 5 y 6, el inconveniente se presenta porque no sabemos
controlar el torrente de palabras que desbordan el papel.
Una de las reglas no escritas,
pero que en muchos casos es válida, es la que dice que menos es más. En efecto,
muchos textos ganan en intensidad, precisión, claridad, coherencia o
interés en el momento que les quitamos
las partes que sobran.
Así que borrar es un arte y tiene
sus secretos. En particular, yo borro basado en tres simples procesos.
Mirémoslos. Pero antes quiero insistir
que para borrar es necesario tener algo que borrar, así que no se puede
descuidar la cuestión de escribir con prolijidad y la creación de atmósferas,
de los secretos 5 y 6.
Ahora sí.
1.Redefinir qué se quiere contar.
Uno de los secretos para un buen
borrar, es que tenemos que definir que queremos contar mínimo dos veces: Antes
de comenzar a escribir y después de colocar el punto final. Es lógico. Porque al principio tenemos una
historia en mente, no obstante mientras la escribimos, si dejamos que fluya con
naturalidad, se nos presentan escenarios y acciones que no teníamos previstos.
2.División.

La clave para detectar las
escenas secundarias es preguntarnos qué quiere justificar dicha escena.
3.Borrar.
Una vez definimos que escenas
secundarias no tienen importancia para nuestra historia central, procedemos a
borrar sin remordimiento. Puede ser incluso que esas tramas secundarias sean
propicias para escribir otros textos. Pero por ahora tenemos que llegar a la
conclusión que no las necesitamos.
Un pequeño ejemplo.
Nuestro protagonista dialoga con
un loco, que perdió la cordura porque cayó rodando por las escaleras. La pregunta que nos debemos hacer ¿¿¿Es
necesario para el lector saber por qué el loco se volvió loco??? Si no altera
el curso de la historia central entonces se tiene que borrar esa explicación.
Si el lector quiere especular sobre como nuestro loco se volvió loco, ese es su
trabajo no el de nosotros.
No nos engañemos, casi siempre
existe algo que borrar, es una ley de la escritura creativa.
Así de sencilla es la explicación
de cómo borrar: Primero redefinir una trama central, luego dividir la historia entre trama central
y escenas secundarias, por último borrar las escenas secundarias que no afecten
la trama central.
Como todo en la escritura, el
arte de borrar se perfecciona con la práctica constante.
Gracias por leer hasta el final.
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