lunes, 21 de abril de 2014

El Arte De Borrar.




En el secreto de escritura #5 se tocó el tema de la prolijidad  y en el secreto #6  hablamos sobre la clave para la  creación de atmósferas, ambos temas coinciden en que tenemos que utilizar muchas palabras, demasiadas palabras. Y eso se convierte en una especie de problema.

Si al principio la dificultad era que no teníamos palabras para contar las historias que se peleaban en el interior de nuestra cabeza,  ahora, que dominamos los secretos 5 y 6, el inconveniente se presenta porque no sabemos controlar el torrente de palabras que desbordan el papel.    



Una de las reglas no escritas, pero que en muchos casos es válida, es la que dice que menos es más. En efecto, muchos textos ganan en intensidad, precisión, claridad, coherencia o interés  en el momento que les quitamos las partes que sobran.

Así que borrar es un arte y tiene sus secretos. En particular, yo borro basado en tres simples procesos. Mirémoslos.  Pero antes quiero insistir que para borrar es necesario tener algo que borrar, así que no se puede descuidar la cuestión de escribir con prolijidad y la creación de atmósferas, de los secretos 5 y 6.

Ahora sí.

1.Redefinir qué se quiere contar.


Uno de los secretos para un buen borrar, es que tenemos que definir que queremos contar mínimo dos veces: Antes de comenzar a escribir y después de colocar el punto final.  Es lógico. Porque al principio tenemos una historia en mente, no obstante mientras la escribimos, si dejamos que fluya con naturalidad, se nos presentan escenarios y acciones que no teníamos previstos.

2.División.


Al redefinir que queremos contar tendremos una división entre la historia principal, y una o varias escenas secundarias. Por lo general las escenas que sobran tratan de justificar algún elemento de nuestra historia principal. Puede ser el cómo llegó un personaje a un lugar, por qué alguien se comporta de determinada forma, puede tratarse de justificar un escenario, un objeto, una acción, un clima…
La clave para detectar las escenas secundarias es preguntarnos qué quiere justificar dicha escena.

3.Borrar.


Una vez definimos que escenas secundarias no tienen importancia para nuestra historia central, procedemos a borrar sin remordimiento. Puede ser incluso que esas tramas secundarias sean propicias para escribir otros textos. Pero por ahora tenemos que llegar a la conclusión que no las necesitamos.

Un pequeño ejemplo.


Nuestro protagonista dialoga con un loco, que perdió la cordura porque cayó rodando por las escaleras.  La pregunta que nos debemos hacer ¿¿¿Es necesario para el lector saber por qué el loco se volvió loco??? Si no altera el curso de la historia central entonces se tiene que borrar esa explicación. Si el lector quiere especular sobre como nuestro loco se volvió loco, ese es su trabajo no el de nosotros.

No nos engañemos, casi siempre existe algo que borrar, es una ley de la escritura creativa.

Así de sencilla es la explicación de cómo borrar: Primero redefinir una trama central,  luego dividir la historia entre trama central y escenas secundarias, por último borrar las escenas secundarias que no afecten la trama central. 

Como todo en la escritura, el arte de borrar se perfecciona con la práctica constante.

Gracias por leer hasta el final.


Otros secretos de escritura AQUÍ.

0 comentarios:

Publicar un comentario